ZONA DE CONFORT

LA ZONA DE CONFORT Y COMO SALIR DE ELLA

En tu zona de confort sueñas,
fuera de tu zona de confort cumples tus sueños!
(Florencia Velazquez Herrera)

Hoy en día se suele hablar mucho de la zona de confort, siempre sugiriendo que es algo malo y que hay que salir de ella. En realidad la zona de confort simplemente es donde más seguros y a gusto nos sentimos, pero también puede inhibir que hagamos transformaciones importantes. Aprender a salir de ella te ayudará a implementar cambios positivos en tu vida laboral y personal. En este artículo te invito a descubrir lo que hay fuera de tu zona de confort.

¿Qué es la zona de confort?

Me gustaría empezar por definir lo que es la zona de confort, pero mirándola completamente desde otro ángulo.

Imagínate que estás en tu casa, has cenado y ahora estás recostado en el sofá relajándote y viendo una película. Claramente te encuentras en tu zona de confort. No hay elementos desconocidos a tu alrededor y te sientes en completo relax.

Ahora imagínate que, en vez de estar en tu casa, tienes una entrevista de trabajo, una situación que no conoces, de hecho, ni siquiera conoces muy bien al puesto que aplicas. Ahora te encuentras en tu zona de crecimiento y aprendizaje. Quiere decir que te ves enfrentado a elementos desconocidos.

Ninguna de estas dos situaciones es mejor que la otra. La zona de confort te aporta la posibilidad de descansar y recargar tus fuerzas y la zona de aprendizaje es donde exploras y creces como persona.

La zona de confort es el sofá del salón, las tiendas donde siempre compras, el trabajo en el que llevas más de 5 años o el sitio que frecuentas una y otra vez. Sin embargo, también es tu manera de responder ante una crítica, la manera de relacionarte con tu pareja y/o padres, lo que piensas normalmente, tu estado de ánimo conocido y las rutinas diarias.

El concepto de zona de confort se refiere a un estado psicológico en el que nos sentimos seguros y no experimentamos ansiedad ni miedo. Es un “espacio” que conocemos de principio a fin donde lo controlamos todo – o casi todo.

Pero ¿por qué entonces se dice siempre que hay que salir de la zona de confort? Pues porque existe la posibilidad de quedarse estancados en la zona de confort, esa sensación de seguridad nos lleva a perder incentivos para vivir y no tardaremos en caer en las garras de la monotonía y la apatía.

Existe una frase en programación: «Never change a running system». Quiere decir que si tu sistema funciona, no lo vayas a tocar, porque no vaya ser que lo estropees. Pues el cerebro humano piensa igual y así puede pasar que nos quedamos en la zona de confort durante mucho tiempo y es entonces que empezamos a perder buenas oportunidades, sentirnos mal por pensar que deberíamos vivir la vida de otra manera, pero a la vez tener miedo de actuar o no saber cómo hacerlo.

Mientras te encuentras en tu zona de confort, no aprendes nada nuevo porque no te enfrentas a nada nuevo y para crecer como persona, hay que aprender y por eso debes salir.

Cuando te enfrentas a situaciones desconocidas, esas situaciones dejan de ser nuevas, en algún momento te acostumbras a ellas y de repente ya no forman parte de tu zona de aprendizaje, pero se incluyen en la zona de confort.

Esto significa que tu zona de confort se puede ampliar y que puedes aprender de estar más a gusto en situaciones que te parecen desagradables ahora. Entonces, mira la zona de confort como un aprendizaje terminado. Ahora tienes una elección, puedes quedarte ahí o puedes hacer el salto a otra curva de aprendizaje.

Te ha pasado que tienes una terea que hacer (como preparar tu curriculum, o terminar un trabajo para la facultad o cumplir con una obligación del trabajo) y piensas, “TENGO TIEMPO, YA LO HAGO” y pasa el tiempo y te ves otra serie, y entonces te dices “ENSEGUIDA LO HAGO, AHORA TENGO QUE HACER LA COMIDA” y así… Pasa el tiempo, el día Y NO HICISTE LO QUE TENÍAS QUE HACER! ¿Cómo puede ser que hay algo que está a nuestro alcance, pero aun así no lo hacemos? Cuando llega el momento en el que tienes que SI O SI TERMINAR, ahí es donde te das cuenta que la zona de confort empieza a hacerte daño. Comienzas a reaccionar, en vez de actuar, trabajas con lo urgente y pierdes oportunidades.

Salir de tu zona de confort, te ayudará a tener una vida más rica en emociones, conocimientos, perspectivas, decisiones y acciones. También podrás crecer y evolucionar a una mejor versión de ti mismo.

 

¿Por qué salir de la zona de confort?

1. Te hará ser más creativo: Salir de la zona de confort estimula la creatividad al conocer nuevas posibilidades y romper con lo que es rutinario, es necesario salir de lo conocido para encontrar la inspiración que aguijonee la creatividad.

2. Te permitirá ganar autoconfianza: Dar los pasos necesarios para conseguir tus objetivos da un poco de miedo, pero cuando lo hacemos y conseguimos nuestros objetivos experimentamos una increíble sensación de empoderamiento y va a tener efectos positivos en tus creencias de autoeficacia (o autoconfianza), es decir, en la percepción que tienes sobre si serás capaz de alcanzar tus metas.

3. Te sentirás más vivo: Tendrás nuevas experiencias gratificantes, harás actividades que no estaban dentro de tu agenda, conocerás gente nueva y experimentarás nuevos caminos. Esto te va a permitir tener una vida más placentera, incluso puede que conozcas al amor de tu vida fuera de la zona de confort.

4. Te prepara para los tiempos difíciles: Por muy seguros que nos sintamos en nuestra zona de confort, ese espacio no nos protegerá de los problemas, los cuales siempre aparecen en la vida. Aprender a vivir fuera de la zona de confort, lidiando con la novedad, los imprevistos y la incertidumbre nos convertirá en personas más fuertes emocionalmente que podrán manejar mejor la adversidad cuando ésta se presente.

5. Serás más productivo: La comodidad mata la productividad porque sin esa pequeña dosis de ansiedad que acompaña los plazos y las expectativas tenemos la tendencia a hacer el mínimo necesario para conseguir resultados mediocres.

 

¿Qué deseas pero no estás haciendo?

¿Te gustaría estar más activo o, a lo mejor, cambiar tu situación profesional? ¿Comenzar el gimnasio? ¿O comenzar un nuevo hobby?

Salir de la zona de confort solamente por salir no es una motivación, no lo harás. Entonces, debes conectarte con tus objetivos, tus deseos; y así, tendrás una dirección, un motivo que tenga sentido para conseguir el éxito que deseas y estar más feliz.

Una amiga me contó que se sentía sin ganas de hacer nada. Le pregunté qué era lo que ella deseaba y me respondió: NO SÉ, no hay nada que me interese y me cuesta ver por dónde debo empezar a buscar». Entonces pregunté ¿Qué no quieres, que no te gusta?, rápidamente respondió segura de cada palabra que decía.

Las personas, desde que somos niños, aprendemos muy bien qué es lo que no queremos y nos olvidamos de lo que deseamos. Aprendemos a poner nuestra energía en lo que no nos gusta. El problema surge que mientras más pensamos en lo que no nos gusta, más de eso vemos, tenemos y sentimos. Si quieres saber cuáles son tus objetivos, tus motivos, tus metas y lo que deseas, debes poner toda tu atención en ti mismo o en ti misma.

Tus sueños, deseos y objetivos más profundos son importantes, son la inspiración que te motiva a actuar y crecer, por tanto a salir constantemente de tu zona de confort. Es importante que definas metas concretas para guiar tus acciones a tus deseos. A la hora de marcar tus metas te puedes preguntar: ¿Cuál es exactamente tu meta? ¿Cuándo quieres conseguirla? Y ¿es realista que logres esa meta en ese tiempo? ¿Cuáles son los pasos hacer para lograrlo? ¿Cuándo empezarás?

 

Sencillos ejercicios para encontrar tus deseos

• Connotación Positiva a tu día: Cada noche, antes de dormir, apunta las tres mejores cosas del día. Puede que al principio te cueste, pero después de una semana, quizás, ya puedes apuntar cinco cosas cada día. Solo evita decir todos los días lo mismo, elige situaciones concretas cada día. Esta simple pregunta te obliga a revivir el día buscando lo bueno, lo que te gusta y te llama la atención. No solamente te ayudará a encontrar tus intereses y deseos, también a estar más asertivo.

• Visualiza: Para eso tómate unos diez minutos y búscate un sitio tranquilo, siéntate en una posición agradable, y si quieres, puedes cerrar los ojos… imagínate que has logrado tu objetivo. ¿Dónde estás? ¿Con quién? ¿Qué estás haciendo? ¿Cómo te sientes? Presta atención a los detalles de tu propia película, dibújala como a ti te gusta, ponle música y disfruta de estos diez minutos de soñar. Ve la mejor versión de tu vida que te puedes imaginar. El cerebro no sabe la diferencia entre lo que realmente sucede y lo que te imaginas, te invito a comprobarlo. Verás que después de este ejercicio te sentirás con mucha energía para encaminarte a eso que deseas.

El momento es AHORA

Si tu situación actual no es lo que te imaginabas, si hay aspectos que te gustarían mejorar, te aconsejo que pienses en cómo te gustaría que fuera. Esto es el poder del ahora, es poder elegir concentrarte en tu meta y actuar. Desde el ahora, no puedes actuar en el futuro, ni en el pasado. El único poder que posees es el poder de elegir qué haces en este mismo momento. Asique, si ayer no lo hiciste, no esperes a mañana. Por eso estás en el sitio perfecto, en la situación perfecta para moverte, adelante. Tú puedes elegir ahora y en cada minuto en el que estás consciente. ¿Qué quieres hacer con este minuto? ¿A qué le quieres prestar tu atención?

Enfrenta a tus miedos.

Una vez que sabes qué es la zona de confort y los problemas que te puede causar apegarte demasiado a los hábitos y cosas conocidas, resulta evidente que es necesario salir de ese círculo vicioso en el que estás metido. Para ello debes enfrentar los miedos, sobre todo al miedo de situaciones nuevas, asumir que experimentar un poco de ansiedad de vez en cuando es positivo porque te mantiene vivo, te fortalece y te ayuda a crecer.
Sin embargo, también es importante mantener bajo control ese nivel de ansiedad, lo cual significa que no hay necesidad de lanzarse al vacío sin paracaídas, puedes salir de tu zona de confort dando un paso a la vez, deteniéndote cuando sientas que la ansiedad o el miedo comienzan a crecer en intensidad.

Hay personas que pueden salir de su zona de confort dando un gran salto porque pueden gestionar ese nivel de ansiedad, hay otras que necesitan dar pequeños pasos a la vez. Lo importante no es cómo lo hagas ni el ritmo que lleves, sino que seas capaz de expandir cada vez más tus horizontes. En cualquier caso, el secreto radica en encontrar un equilibrio en el que esa ansiedad por lo nuevo y desconocido genere un estado positivo, no debe hacer que te sientas mal.

A la mayoría de la gente le produce ansiedad el cambio, porque no sabe si después va a estar mejor o peor. Pero si observas tu alrededor, te puedes dar cuenta que todo cambia en algún momento. De hecho, diría que el cambio es lo único constante en nuestro universo. Somos nosotros que juzgamos: este cambio es malo, este cambio es bueno.

Tú tienes toda la libertad para probar, elegir lo que tú quieras. Si haces grandes o pequeños cambios en tu vida, habrá algunos que no te gustan, pero cuanto más cosas nuevas pruebas, más posibilidades tendrás de encontrar la que te haga feliz. Y siempre quedará la pregunta: «¿Hay algo mejor que esto?». La curiosidad te puede ayudar a vencer tus miedos a situaciones nuevas.

Toma la responsabilidad de tu vida.

Responsabilizarse significa empoderarse frente al cambio. Es la habilidad de dar respuesta a los eventos que ocurren a nuestro alrededor, lo que nos permite superar las adversidades, los miedos, lo desconocido. Debes tener claro que tú eres la persona responsable de tus decisiones, de tus pensamientos, de tus emociones, y de tus acciones. Cuando te conviertes en responsable de tu vida, adquieres el poder sobre ella y la principal ventaja es que te regalas la oportunidad de construir la vida que tú quieres tener. Te invito a aplicar lo que has aprendido, a buscarte un proyecto, marcar tus metas y empezar. Lo que pasará de aquí en adelante está en tus manos. Acepta que eres capaz de decidir y actuar. Simplemente pregúntate: ¿Qué puedo hacer yo para estar mejor?

¿Cómo salir de la zona de confort?

1. Reconoce tus límites: Estás cómodo en tu zona de confort porque te has adaptado de tal forma que tus límites no se ven tocados. Pero cuando inicies el escape de tu zona de confort comenzarán a revelarse todas tus barreras internas o externas. Lo primero que debes hacer es reconocerlas, darles su importancia y pensar en cómo vencerlas. Acepta que no eres tan perfecto como quisieras, pero reconoce que puedes llegar a donde desees.

2. Aprende a aceptar: En la zona de confort te acostumbras a que las cosas sean de una determinada forma. Cuando decides salir te encontrarás con aspectos que no puedes manejar o controlar. En este caso, es importante que aprendas a aceptar las situaciones que se te presentan. Acepta lo que hoy es y haz algo para que puedas salir de esa situación que quieres modificar.

3. Imagina lo que quieres y trabaja en ello: Cada pequeña acción que llevas a cabo te ayudará a ampliar tu perspectiva. Si tu zona de confort implica ser antisocial y quieres salir de ahí, una pequeña conversación con alguien distinto cada día puede hacer la diferencia. No seas tan exigente, un “buenos días” al vecino hoy y una sonrisa amistosa al taxista mañana pueden cambiarlo todo. “El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temerosos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad” (Victor Hugo)

4. Busca cambios en las cosas que te rodean: Para hacer cosas nuevas a las que no se está acostumbrado, nada como exponerse a ambientes nuevos. La clave está en proponerte el objetivo de exponerte a situaciones novedosas haciendo que los espacios en los que te encuentras sean otros. Anímate a cambiar tu manera de vestir o la decoración de tu casa, muévete por entornos distintos.

5. Anticipa todas las excusas que te vas a poner: Sé consciente de que, cuando te fijes metas que te resulten incómodas dentro de tu zona de confort, inconscientemente vas a estar buscando un montón de excusas para no hacerlo. Juzga estas excusas como lo que son: invenciones cuyo único objetivo es racionalizar la aceptación de la comodidad.

6. Mantente motivado: A veces pasa que, aunque hayas marcado tu objetivo y realmente quieres llegar ahí, por el camino tengas que hacer cosas que no te gustan o te dan pereza y es completamente normal. Pero en el momento en el que tienes ese bajón de motivación, pregúntate ¿qué es lo que realmente quieres? ¿Hacer otra cosa por completo? ¿Te sientes mal o culpable si haces otra cosa? ¡Tú decides! Si prefieres hacer otra cosa, piensa cuáles serían las consecuencias y “toma una decisión, sufres mientras no decides» No te digo que debes elegir la tarea “que debes hacer”; lo que te digo es que te hagas cargo. Tú eres la única persona que conoce las consecuencias y tus propias necesidades. Tu motivación para salir de la zona de confort está ahí afuera en algo que quieres lograr, tus objetivos. Sabes que si lo logras o no, está en tus manos.

Celebra los pequeños éxitos conseguidos

Los grandes éxitos se celebran a lo grande: una carrera terminada, un nuevo trabajo, un boda, todo eso es digno de una fiesta. De estos momentos hay bastante en la vida, pero no ocurren para nada a diario.

Pequeños éxitos son los que logramos todos los días, muchas veces sin reconocerlo. Le pasa a mucha gente que tiene una lista de tareas, cuando termina una tarea ya va corriendo a la siguiente, y por la noche en vez de descansar piensa ya en la lista del día siguiente. Si a ti te pasa algo parecido, sabes que eso puede ser un estilo de vida bastante estresante.

Pero qué pasaría si te tomases un momento, y digo literalmente «un momento», no tienen que ser diez minutos ni cinco, solo suficiente tiempo para parar y reconocer lo que has logrado. Puede ser durante el día o por la noche antes de dormir. Cuando logres una de tus metas en tu proyecto de salir de tu zona de confort, celébralo, haz algo simbólico. Y si es solo tomarte una taza de café, poner tu canción favorita, darte una palmadita en el hombro o lo que se te ocurra. Lo importante es que te tomes ese momento, que pares y reconozcas tu esfuerzo.

Este momento de consciencia de tu logro, en un aquí y ahora, te permitirá disfrutar tu presente, disfrutar el camino recorrido hacia tus metas. Recuerda que la felicidad no la encontrarás al final del camino, sino la construyes día a día con tus pensamientos, emociones y acciones que se verán reflejados en los pequeños logros.
Salir de tu zona de confort no tiene que significar que hagas cosas que no te gustan. Al revés, si tú eliges salir de tu zona de confort para conseguir lo que quieres, tienes la mejor motivación posible. Sigue a tu curiosidad y descubrirás maneras de lograr tus objetivos.

 

¡SI PUEDES SOÑARLO, PUEDES HACERLO!

(Walt Disney)

LA ÚNICA MANERA DE CRECER ES DASAFIANDOTE A TÍ MISMO

(Ashley Tisdale)